Otros 17 muertos y récord de 718 contagios

Otras 17 personas murieron y 718 resultaron contagiadas por coronavirus en las últimas 24 horas, lo que representa el mayor número desde el inicio de la pandemia en Argentina, mientras el presidente Alberto Fernández, analizó con funcionarios y expertos los detalles de la prórroga de la cuarentena que anunciará mañana y que reinstalará mayores restricciones para la circulación en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

La cantidad de decesos desde el inicio del brote llegó hoy a 433 y la de infectados a 10.649, según informó el Ministerio de Salud de la Nación.

Del total de 718 positivos detectados, 670 corresponden a la región del AMBA, con 404 casos en la ciudad y 266 en la provincia de Buenos Aires.

El presidente mantuvo esta tarde en la residencia de Olivos un encuentro con el ministro de Salud, Ginés González García, y su equipo consultivo de expertos que siguen la evolución de la pandemia, a horas de anunciar una nueva prórroga del aislamiento obligatorio cuya etapa actual vence el domingo.

De la reunión participaban además, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti y los infectólogos Pedro Cahn y Pablo Bonvehi, entre otros.

«No nos enamoramos de la cuarentena. Vamos a seguir haciendo esto porque está visto que es lo que hay que hacer; si no, miren los resultados», dijo el último miércoles Fernández.

El reempadronamiento de los trabajadores exceptuados del aislamiento obligatorio y las restricciones al uso del transporte público, que podría incluir el cierre de estaciones de trenes, se proyectan como los ejes de las medidas que se adoptarán en la próxima etapa de la cuarentena y que mañana anunciará el presidente, según coincidieron hoy funcionarios de distintas áreas.

Estas medidas fueron analizadas durante la semana en distintas reuniones realizadas para coordinar el manejo de la crisis sanitaria, en las que hubo coincidencias entre los gobiernos porteño y bonaerense.

Los gobiernos coincidieron en la necesidad de mantener el aislamiento en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde el control del uso del transporte público es considerado como una medida fundamental para evitar una escalada en la propagación del virus.

Incluso hoy, el ministro Meoni ratificó en declaraciones radiales y televisivas que los trabajadores exceptuados del aislamiento social obligatorio deberán volver a tramitar el permiso para circular, con la intención de llevar el movimiento de gente a lo estrictamente necesario.

El Gobierno de la Ciudad, por su parte, confirmó hoy que no continuará con la reactivación de comercios minoristas, tal como lo hizo hace dos semanas para algunos rubros, en tanto que mantendrá las salidas recreativas con niños para los fines de semana de acuerdo al número de DNI de los progenitores.

«No debemos profundizar la apertura ni en Ciudad ni en provincia de Buenos Aires», afirmó el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, durante una conferencia de prensa destinada a dar un informe sobre la situación sanitaria en el distrito.

La Ciudad reforzará los controles de circulación de pasajeros en el transporte público e incrementará los operativos epidemiológicos en los barrios vulnerables, como parte del acuerdo alcanzado con la Nación y la Provincia, de cara a la próxima fase de la cuarentena por el coronavirus, que no será flexibilizada ante el aumento de casos positivos en el distrito, dijeron fuentes del gobierno porteño.

En el plano internacional, el avance del coronavirus continuó rompiendo récords de casos y muertes y superando otras barreras en Rusia, el subcontinente indio, África y América Latina, en particular en Sudamérica, que para la OMS marcha a ser «el nuevo epicentro de la pandemia», un día después de que los contagios sobrepasaran los 5 millones en todo el mundo y mientras gran parte de Asia, Europa y Estados Unidos siguen con su reactivación económica tras la relajación de cuarentenas.

Gobiernos de muchos países, incluyendo a aquellos donde los casos siguen en aumento, ya han dicho que se centrarán ahora en la recuperación de puestos de trabajo que se están perdiendo a la misma velocidad con que se propaga el virus, incluyendo a Estados Unidos y China, las dos mayores economías del planeta, donde el desempleo está por las nubes.

Casi 37 millones de estadounidenses perdieron su empleo en dos meses y el gobierno dijo ayer que uno de cada cuatro podría quedar desocupado, mientras que analistas estiman que el desempleo en China llega hasta la tercera parte de la fuerza laboral urbana.

Pero el coronavirus está arrasando en países muy poblados y mal equipados para lidiar con la pandemia y muchos expertos temen que esto desate una segunda ola global de infecciones.